
Bienvenidos a la primera
edición de esta columna, la cual será publicada cada Miércoles. El propósito de
la misma, es rememorar grandes luchas dentro y fuera de WWE que nos han llenado
de emociones varias ya sea alegría, tristeza, adrenalina, etc. La primera lucha
laureada en esta columna será Randy Orton en contra Mick Foley, esta lucha
ocurrió en Backlash, hace 13 años (2004).
La construcción de dicha rivalidad fue muy intensa, ya
que todo comenzó en el Royal Rumble del 2004 cuando Orton eliminó a Mick Foley
en la batalla real. La “víbora” ya era Campeón Intercontinental cuando derrotó
a Rob Van Dam en Armageddon 2003. Randy Orton era realmente una promesa en la
empresa, siendo Campeón a la edad de 23 años con excelente calidad y destreza
en el cuadrilátero.
En el vídeo promocional de la lucha se aprecian las dos
caras de la moneda. Orton se declara un luchador joven, talentoso, atractivo,
mientras que Foley es un luchador gordo, desfigurado y que su cuerpo ya no
responde a como se debe. Mientras tanto, el luchador extremo habla acerca de su
pasado, en el cual, ha sacrificado su cuerpo para entretener a los fanáticos a
nivel mundial, llevando su cuerpo a un “nivel de dolor no imagibles”. Foley
retó a Orton a un lucha al estilo callejero, sin barreras y en la cual, la
cuenta (pin) podría efectuarse en cualquier lugar. Pero con una condición, que
ningún miembro de Evolution estuviese presente, Orton aceptó.
En la noche del evento pudimos presenciar el uso de
múltiples instrumentos para atacar a su rival, desde botes de basura, sartenes
de cocina, “Socko” (calceta sucia de Foley), bates con alambres de púas
enrollado, una tabla con alambre de púas adjuntado, tachuelas y demás
instrumentos. El castigo y la entrega de los dos protagonistas hicieron que
cada minuto de los 23 que duró la lucha valieran la pena. Orton sufrió con las
tachuelas, aunque él las introdujo al cuadrilátero, estos diminutos objetos se
incrustaron en el cuerpo de la víbora al haber sido lanzado a las mismas.
Fue una lucha sangrienta de principio a fin, la cual
fue llevada fuera del cuadrilátero, usando cualquier instrumento para causar
daño. Los narradores en inglés, Jerry Lawler y Jim Ross estaban asombrados del
combate y los gritos por parte de los aficionados no se hicieron esperar. Randy
Orton tuvo que hacer dos RKO para poder derrotar a Foley, el último fue sobre
un bate con alambre de púas a su alrededor. Los estragos causados por la
violencia de la lucha eran notables en sus cuerpos, de ahí en adelante, la carrera
de Orton continuó en auge y tuvo un
apoyo muy grande en la compañía, llegando a ser uno de los luchadores
más representativos en los últimos 15 años.