
A la
lista de noticias publicadas durante las últimas semanas que relacionan a JBL
con varios casos de acoso laboral, se añade otra más: la incluida en la última
newsletter de The Wrestling Observer, que implica al comentarista y a un
empleado, no luchador, de WWE.
Al
parecer, en el momento en que sucedieron los hechos, esa persona tenía un
miembro muy cercano de su familia al borde de la muerte y, además, se tomó un
par de semanas libres para someterse a una cirugía menor, lo que provocó que
JBL cargase contra ella hasta el punto de hacerla llorar por faltar al trabajo,
alegando que él no se ausentó ni un solo día cuando le operaron de una hernia.
El nombre de esa persona fue omitido de la
publicación de The Observerpero, según wrestlingnews.com, todo apunta a que se
trataría de Lilian García, ya que cuando los supuestos ataques tuvieron lugar,
acababa de saberse que su padre tenía cáncer y que iba a tomarse unas semanas
libres, que fueron más de dos, para someterse a una operación de menisco.
Si bien
algunas fechas no coinciden, lo que podría significar que la persona a la que
se hace referencia en la publicación no sea Lilian, también podría suceder que
Dave Meltzer, redactor de The Wrestling Observer responsdable de la noticia,
haya mezclado fechas y haya confundido las semanas que Lilian estuvo de baja
por su operación con las que se tomó a principios de mayo de 2016 para cuidar
de su padre enfermo.
A
propósito de todas las noticias relacionadas con el acoso laboral en WWE que
han visto la luz últimamente, y sobre las cuales la empresa todavía no se ha
pronunciado, Meltzer declaró en el Wrestling Observer Radio del pasado 3 de
abril «no justifico ni apruebo que nadie se meta con los chicos de la compañía,
pero es mucho peor cuando le hacen algo así a …» momento en el que fue
interrumpido por Bryan Álvarez… todo apunta a que la frase iba a terminar con
un “cuando le hacen algo así a una mujer”. Álvarez añadió que las acusaciones
que se están vertiendo sobre ciertos empleados de WWE no deben tomarse a la
ligera, a lo que Meltzer contestó que:
«no debe tomarse a la ligera que alguien ataque a un compañero cuyo padre se está muriendo de cáncer, que le acosen y le presionen sabiendo que está en un momento emocionalmente delicado, y que no paren hasta ver como se derrumba… y, aunque Justin Roberts dice en su libro que le ocurrió algo similar, no es de él de quien hablo».
Siguiendo
con el tema, un luchador, del que no se ha desvelado el nombre, declaró a The
Observer que:
«JBL fastidiaba a muchos de los chicos nuevos simplemente porque podía. No sé si es tan duro como lo pintan, pero sí sé que muchos temían enfrentarse a él por miedo a ser despedidos».
Además, Don Callis, luchador que
trabajó en WWE entre 1996 y 1999 bajo el nombre de The Jackal, afirmó en el
podcast de Lance Storm que, si bien
nunca tuvo problemas con JBL, una vez
tuvo que enfrentarse a él porque había oído decir que el comentarista
iba a acabar con su carrera en WWE. Por supuesto, JBL negó tal acusación, e
incluso lamentó públicamente el despido de Callis, pero siempre ha existido la
sospecha de que él fue el culpable de dicho despido.
A
propósito de Callis y su relación con JBL, Matt Hardy contó hace años, en una
entrevista con RF Video, que durante sus principios en WWE, JBL les pidió a él
y a Jeff que rompiesen palillos en las cerraduras de las puertas del coche de
alquiler de Callis, de modo que el luchador no fuese capaz de acceder al
vehículo.
Callis declaró que nunca tuvo problemas con la cerradura de ninguno
de los coches que utilizó durante sus años en la empresa, así que o bien los
Hardy no llegaron a hacer lo que JBL les pidió, o bien se lo hicieron a otra
persona.